lunes, 5 de marzo de 2012

La pobreza en América


La pobreza en América del Norte:

Para tratar lo referente a la pobreza en América del Norte se ha presentado el material de Scripta Nova (Revista Electrónica de Geografía y Ciencias Sociales), cuyo título es “los debates sobre pobreza urbana y segregación social en Estados Unidos”, que presenta debates e ideas de distintos sociólogos y estudiosos del área, buscando comprender la desigualdad existente en el seno de dicho país.
De ello se destaca que en los Estados Unidos se observa mucha pobreza, desigualdad y segregación social. En este país, a pesar de tratarse de uno de los países más modernos del mundo, todavía está muy arraigado en la cultura el racismo, el odio y desprecio a lo distinto, y aquello a lo que los estadounidenses suelen catalogar bajo este aspecto tiene nombre: el “negro”. De este modo, cuando se hace referencia a la pobreza en el país, generalmente el concepto suele ir acompañado de un color y de una etnia, porque la mayor parte de los pobres de EE.UU. son negros.
La discriminación hacia el pobre es muy fuerte en Norteamérica, y siempre se los relega del resto de la sociedad, considerándolos como una subclase. Sin embargo, se hace una distinción entre el pobre por elección, que corresponde a aquellas personas que no cuentan con un trabajo fijo y tampoco lo buscan, considerando que aquellos no merecen la atención del Estado, mientras que por el otro lado se encuentran los pobres por necesidad, que corresponde a cuestiones físicas y que, por lo tanto, sí merecen la ayuda y asistencia del Estado. Hoy en día se está comenzando a integrar en cierto modo a la gente antes marginada, pero siempre y cuando aporten en el sistema productivo para generar ganancias en el país; de lo contrario, continúan en situación de marginación.


La pobreza en América Latina:

Si bien América Latina en su conjunto se encamina a lograr objetivos de desarrollo humano, va a la zaga en el plano de la pobreza. ¿Cómo se explica que la pobreza siga siendo tan alta? En primer lugar, el crecimiento económico ha sido insuficiente. Por cada 1% de crecimiento que registra la región, la pobreza cae en promedio sólo en 1 punto porcentual, y el crecimiento medio de la región durante los últimos 15 años ha estado apenas por encima del 1% anual. Segundo, el crecimiento ha favorecido menos a los pobres. Tercero, aunque en general la estabilidad macroeconómica de la región ha mejorado en los últimos 15 años, la sucesión de crisis resultó devastadora para los pobres. Cuarto, los pobres no logran beneficiarse con el proceso de crecimiento porque carecen de los bienes más básicos, lo que significa deficiencias en el nivel y la calidad de la educación y la salud, y el acceso a servicios básicos e infraestructura. Tampoco gozan de igualdad de oportunidades para acceder al crédito, la justicia, la cobertura de riesgos y los derechos de propiedad; y con frecuencia obtienen una retribución menor por sus recursos y actividades productivas en razón de su lugar de residencia o por pura y simple discriminación. Por último, la pobreza profunda y la desigualdad de oportunidades pueden también debilitar el crecimiento. La falta de oportunidades no sólo impide que el crecimiento beneficie a los pobres de América Latina, sino que también puede menguar la prosperidad económica de toda la población.
¿Qué pueden hacer los responsables de formular políticas para revertir esta situación?
  • ·         Desarrollar el capital humano mediante transferencias inteligentemente concebidas. El capital humano -resultante del nivel de educación, salud y nutrición de la población- es un factor esencial para elevar la productividad de los pobres en América Latina. Varios países han intentado con éxito aplicar novedosos programas de transferencias de efectivo. En la actualidad, las transferencias se condicionan a que los beneficiarios envíen a sus hijos a la escuela y reciban atención básica de salud materno-infantil.
  • ·         Acceso a los servicios financieros. Para que estos servicios financieros lleguen a los pobres se requiere mejorar la infraestructura del sector bancario formal para canalizar la intermediación financiera, y desarrollar estrategias que alienten a los bancos a ofrecer productos financieros de costo accesible para los hogares pobres.
  • ·         Acceso a la infraestructura. Un programa integral para mejorar la infraestructura física y los servicios públicos, la educación y el comercio, y crear actividades generadoras de ingresos ha contribuido tanto a elevar las condiciones de vida como a dinamizar la economía local.
De acuerdo a esta cuestión, cabe destacar tres enseñanzas principales:
  1. El crecimiento sostenido es la piedra angular de la reducción de la pobreza, pero debe estar acompañado de estrategias que integren políticas económicas y sociales para que los pobres se beneficien del crecimiento y sean parte del proceso.
            2.      Al esbozar cualquier estrategia se debe priorizar y definir un conjunto adecuado y realista de políticas.
            3.      Es necesario monitorear y evaluar los progresos.
 
      

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