América del Norte:
América del Norte es rica en recursos hídricos, sobre
todo referente a los ríos que por allí surcan y, en especial, a la gran
cantidad de acuíferos de la zona que son utilizados para el abastecimiento
productivo y de la población. A pesar de contar con tanta agua potable, la
población sólo accede al 40% de ella. En muchas regiones el agua subterránea se
usa con mayor rapidez que con la que se recarga. Canadá está padeciendo
problemas de contaminación en algunas zonas debido a industrias petroquímicas,
pesticidas, aguas servidas, nitratos, desechos químicos, bacterias. La
contaminación de los acuíferos produce mortalidad entre la población.
Estados Unidos tiene el 40% de sus ríos y lagos
contaminados. El acuífero Ogallala, que se extiende desde Dakota del Sur al
norte, hasta Texas, ha visto mermar sus aguas por la sobreexplotación del mismo
en las grandes llanuras. La mitad de la población estadounidense depende del
agua subterránea. La extracción a mayor ritmo con el que la naturaleza lo
recarga produce la disminución del nivel del agua, la intrusión de agua salada
en los acuíferos costeros, el hundimiento del suelo y la reducción de la
descarga de agua superficial en ríos y humedales.
Estos cambios en los recursos hídricos están afectando
las relaciones internacionales en la frontera norte (Canadá) y sur (México) de
EE.UU. donde las cuencas compartidas están generando disputas. México está
recibiendo agua salada (debido a la evaporación de los embalses, las
transferencias fuera de la cuenca y usos industriales y urbanos).
América Central:
Los ríos de América Central, una de las regiones del
mundo con más recursos hídricos, están llenos de basura arrojada por familias,
industrias y gobiernos. Esta situación atenta contra la oferta de agua potable,
al producir gran contaminación y favorece la proliferación de epidemias.
Hace 20 años que las naciones del área no invierten en
tratamiento de aguas de desecho, y esto se ha convertido en una bomba de
tiempo, y revertir la actual situación exigiría una enorme inversión en
saneamiento.
Esta extrema situación, además podría tener consecuencias
sobre la diversidad de especies de América Central, que alberga junto con el
sur de México de siete a 10 por ciento de la biodiversidad del planeta. En el
itsmo están también ocho por ciento de la superficie mundial de manglares y la
segunda barrera de arrecifes del mundo. La conservación conjunta de ríos
implica cooperación transfronteriza, en vez de los crónicos conflictos
diplomáticos por límites.
América del Sur:
América del Sur posee una gran riqueza hídrica. El agua
dulce abunda por doquier. A ríos, lagos, esteros, bañados, lagunas debemos
sumarle acuíferos, y entre ellos, el tercero más grande del mundo: el Acuífero
Guaraní, compartido por Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay. En esta región
también se encuentran las grandes cuencas del Amazonas, Orinoco y del Plata y
el pulmón verde del planeta, la región de mayor biodiversidad y riqueza
genética del mundo: la Amazonia. El Plan Colombia y la Iniciativa Regional
Andina, le permiten a Estados Unidos tener una activa presencia militar en la
región a través de las bases instaladas en Ecuador.
Los recursos estratégicos de nuestro Continente
deben estar en manos de nuestros pueblos y ser explotados en favor de nuestras
necesidades e intereses. Para ello es necesario que nos informemos, tomemos
conciencia, nos movilicemos y presionemos sin descanso a nuestros gobernantes
que han tomado la costumbre de mirar hacia otro lado. La defensa de nuestros
patrimonios nacionales es indispensable para mantener nuestra supervivencia
como pueblos y naciones y nuestra identidad.
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